Historia

“La italiana, es aquella cultura del “hecho a mano” de la escultura, pintura, arquitectura, hilado, confección de prendas, cultivo de uvas, hacer la pasta, galletas. Probablemente es la cultura más manual del mundo." LI EDELKOORT

Es una historia autentica y extraordinaria la que acompaña a Bottega Intreccio, el brand de diseño italiano, fundado en Mogliano, en la región de Le Marche, en 2019 con el objetivo de aportar una cuota de novedad a la antigua tradición local del “intreccio”, es decir, el tejido de diversos materiales. A finales del 800’ este distrito manufacturero era muy afamado en toda Europa, debido a su refinada producción de cestos, canastas y piezas en mimbre y ratán. Es aquí, donde actualmente se encuentra la primera escuela italiana contemporánea de “intreccio”: Carteca; cuya misión es la formación de nuevas generaciones de artesanos especializados.

“Creemos en una producción que refleje el territorio, las personas.

Nuestros artesanos son custodios de un antiguo saber que, teniendo como vehículo el bien común, expresa y transmite belleza.

El fin de este proyecto es volver a iluminar un distrito que hasta la primea mitad del ‘900 estaba definido por una organización artesanal moderna que involucraba aproximadamente 300 familias distribuidas en un área de 5000 habitantes; un difuso sistema de habilidades, vinculadas entre sí, como la trama de un telar”- nos cuenta Gianluca Maurizi, orgulloso co-fundador de Bottega Intreccio y heredero de una de las principales familias de artesanos del intreccio moglianese.

Fue un grupo de amigos emprendedores quienes hicieron este proyecto posible; Valerio Placidi, Emanuele Frontoni, Maria Adele Vallasciani, Giorgio Scipioni, Massimiliano Di Paolo e Piero Sabatini, su confianza en la idea de Maurizi ha tenido un rol protagónico en la creación de este Brand.

Los valores, de la empresa, la sustentabilidad territorial y social, no solo han dado vida a la escuela, sino que también son parte constitutiva de la marca Bottega Intreccio, cuya dirección creativa ha sido confiada al estudio AngelettiRuzza Design. “Bottega Intreccio nace a partir de un fuerte sentido de pertenencia a la tierra, a la familia, a una tradición artesanal. Nace para reinterpretar una antigua labor que se estaba perdiendo, otorgándole así a los jóvenes, la posibilidad de descubrir cuan satisfactorio puede ser utilizar sus manos para crear objetos maravillosos” agregan Silvana Angeletti y Daniele Ruzza.

“Durante el primer año de escuela tuvimos 13 inscripciones; al final del curso, uno de estos jóvenes inscriptos creo su propio “laboratorio” de “Intreccio”; mientras que otros han sido contratados por las diversas bottegas de artesanos moglianeses.

Entre los inscriptos, hay jóvenes que descubren en la artesanía un estilo de vida que sienten propio, hombres y mujeres que ven una posible reinserción en el mundo laboral y personas que llegaron a Italia como refugiados en búsqueda de oportunidades.

La sustentabilidad territorial y la valoración del capital humano son pilares constitutivos y fundantes de nuestro proyecto” continua Gianluca Maurizi, “Como sucedía en las bottegas de arte renacentistas, los inscriptos a la escuela no solo aprenden la manualidad, forjan también una profunda relación con los artesanos expertos. Es en este vínculo maestro-aprendiz donde surge y se alimenta la pasión individual. Se cultiva y da lugar a este grandioso intercambio de saberes y valores.

El trabajo del artesano, no se reduce solo a la perfecta ejecución de la labor, sino que alimentándose de su interpretación personal, contribuye a enriquecer un patrimonio de cientos de años.

La escuela de Intreccio, Carteca es una asociación sostenida, estimulada y asistida por Bottega Intreccio; en la cual participan muchas de las empresas de artesanos del territorio, poniendo a disposición, el propio “savoir-faire”. En este contexto, es de particular interés el programa lanzado para los jóvenes que llegaron a Italia como refugiados.

La escuela, de hecho, interviene al final del camino de acompañamiento establecido por la ley, para ofrecer a los refugiados una oportunidad concreta de inserción social y laboral.

El renacimiento de la cadena de producción artesanal de Mogliano, atrae a muchas empresas de lujo como Fendi; entre otras renombradas marcas altísimo nivel, mostrándose todas ellas, muy interesadas en el compendio de tareas involucradas en el acto de “intrecciare”. (producir objetos mediante el entramado de materiales). De este resurgir también se beneficia la marca Bottega Intreccio, afianzando su propia colección que incluye, mobiliario, objetos y accesorios de diseño, así como también importantes proyectos personalizados realizados en colaboración con arquitectos y diseñadores de interiores.
Los productos de la colección, son realizados por los artesanos de las bottegas locales, al igual que los proyectos especiales o hechos a medida, garantizando así, la supervivencia del distrito. La marca trabaja de manera sustentable, y hoy, representa una ventana en un mundo de un sistema de empresa que factura alrededor de cinco millones de euros.

La primera experiencia de Bottega Intreccio en el ámbito del diseño se remonta al año 2017 con una colección de lámparas creadas por el diseñador Maurizio Bernabei; objetos simples en apariencia, que han despertado un gran interés en la Milano Design Week. Objetos en los que no solo se aprecia una acertada proyección, sino también un sapere fare, es decir, un saber hacer, artesanal de altísimo nivel y perfecta ejecución. Bottega Intreccio, se convierte, de esta manera, en uno de los principales actores del contemporáneo craft design.

Posteriormente Bottega Intreccio ha invitado a formar parte de un nuevo proyecto al estudio AngelettiRuzza, proyectando objetos como el sofá Milli y la poltrona Silene, así como también la definición de otras colaboraciones virtuosas, capaces de agregar aún más valor a la marca. Con esta visión, nace la fantástica poltrona Lisetta de Elena Salmistraro, la extraordinaria lámpara Antonym de Silvia Stella Osella. Sin dejar de mencionar los nuevos proyectos de los cuales forman parte nombres interesantes del panorama contemporáneo.

“Hay un sentido estético que prevalece en todas y cada una de nuestras acciones; por eso elegimos a las personas, por su humanidad, más que por su talento.

Los productos de Bottega Intreccio no nacen solo de las manos, sino del corazón de quienes los piensan y producen; cada pieza lleva el nombre del artesano que lo ha realizado y un momento de su vida que comparte con el mundo.

El lema de los proyectos de Bottega Intreccio, es aquel de reintroducir en el mundo contemporáneo, la simplicidad, autenticidad, sin dejar de mencionar, el compartir, la redención de la imperfección, que hace únicos a cada uno de los objetos y personas” concluyen Silvana Angeletti y Daniele Ruzza.